
Durante todo el tiempo que los niños permanecieron en el campo Crete (construido fuera de la ciudadela de Theresienstadt), el campo de los niños fue separado totalmente de los otros presos, y todo el contacto con ellos fue prohibido. Toda la operación fue secreta y un misterio, pero a pesar de ello, los rumores que circularon por el campo, fueron que algunos niños habían llegado muertos y otros estaban en muy malas condiciones y, agotados. Se llevaron a cabo negociaciones complejas para realizar con los niños, una cierta clase de “intercambio " y ser transferirlos a Suiza y después a Palestina. Los esfuerzos para salvar a los niños comenzaron en febrero de 1943, después de que la embajada alemana en Sofía enviara un telegrama a Eichmann, a la oficina principal de la seguridad del Reich, el 8 de febrero de 1943, en vista de una oferta británica, presentada por la sección de Schutzmacht de la embajada suiza en Berlín, a aceptar a 5.000 niños judíos a Palestina (entre los que estaban los de Bialystok). En respuesta, la embajada alemana en Sofía recibió estas instrucciones: “… Nuestra experiencia da lugar al miedo a que bajo influencia de los británicos estos 5.000 judíos se conviertan en agentes de propaganda contra las medidas antisemíticas que estamos tomando…. Este acto será interpretado por los enemigos como debilidad, así mismo se opone a nuestra política hacia las naciones árabes. Cerciórese por favor, que la denegación sea efectuada de la manera más cortes. Debemos evitar que la propaganda enemiga denuncie nuestras acciones como no humanitarias. Por esta razón debemos también aceptar cortésmente la oferta formal del país intermediario. ” Las negociaciones no llegaron a buen fin y los niños que habían sobrevivido (1.196), fueron deportados a Auschwitz-Birkenau en el transporte especial Abtransport Dn/a 5/10/43, donde todos fueron gaseados el 7 de octubre de 1943, junto con los 53 adultos que se habían ofrecido voluntariamente a acompañarlos.
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